RÍPODAS
Categoría histórica: Lugar.
Categoría administrativa: Concejo del valle de Urraul Bajo.
Partido Judicial: Aoiz.
Merindad: Sangüesa.
Comarca: Cuenca de Lumbier-Aoiz.
Población (1986): 35 habitantes de hecho y 36 habitantes de derecho.
Distancia a Pamplona: 36 km.
Comunicaciones: Situado en la comarcal NA-150, Pamplona-Aoiz-Lumbier.
Geografía
El término confina al N con Artieda, al E con Arboniés y Murillo-Berroya, al S con Lumbier, y al O con San Vicente.
Realizada la concentración parcelaria (1969): 376 Ha, 17 propietarios, 448 parcelas antes y 84 después. Comunes 180 Ha (86 de pastos, 49 de secano, 3 de monte maderable).
Aparece documentado a comienzos del siglo XII con la grafía “Arripodas”; el monasterio de Leire poseyó entonces algunas heredades dentro de su término. Sus vecinos “Labradores”, la mitad en 1366 y un sexto en 1427, debían a la corona en esta última fecha una pecha anual de 8 cahíces de trigo. Desaparecida ya su población villana, Carlos de Beaumont recibió las heredades regias (1453) por un censo perpetuo de 3 cahíces de trigo; más adelante la princesa Leonor dio el pueblo (1476) a Carlos de Artieda.
Hasta las reformas municipales de 1835-1845 gobernaban el lugar los diputados del valle y los regidores del pueblo, que se designaban por turno entre las casas (once en 1802, doce en 1847). Tras las citadas reformas quedó sometido al régimen común. En lo eclesiástico, el derecho de presentación del párroco lo ejercían en 1847 los vecinos.
Palacio
Aparece como de cabo de armería en la nómina oficial del reino y en el rol de remisionados del pago de cuarteles del año 1513. Su poseedor, Juan Ibáñez de Liédena, percibía desde 1522 una merced de acostamiento de 6.000 maravedís al año. En 1701, don Fernando Ramírez de Baquedano llevó pleito por el rebate de sus haciendas y bienes agregados en Aoiz y Zariquieta. En la relación de la Cámara de Comptos de 1723, consta como palaciano Juan Francisco Ramírez de Baquedano, marqués de Andía, título creado en 1695, quien solicitaría rebate en 1744. Según el Libro de Armería, el escudo era en el siglo XVI de oro con cuatro fajas de gules; bordura de gules con ocho cuadrifolios de oro.
Arte
La iglesia parroquial de Rípodas, dedicada a la Ascensión, presenta una arquitectura medieval que no llama en absoluto la atención, pero en su interior se conserva una de las más bellas pilas bautismales de Navarra, perteneciente al período gótico.
Está integrada por dos elementos: la taza, monolito de forma casi rectangular, y el soporte que le sirve de base, un pilar. Aquélla nos ofrece una bella decoración que constituye el principal valor de esta pieza y que al estar concebida originariamente para adosarse a la pared ocupa sólo tres de sus cuatro costados; los dos laterales y el frente. En este último la decoración es de carácter narrativo, bajo las tres arcadas trilobuladas que lo estructuran se desarrollan dos escenas. La primera es la Anunciación representada según la fórmula usual en el gótico: María erguida con el libro de las profecías en una mano y la otra levantada en actitud orante y el ángel también en pie portando una filacteria destinada a contener las palabras de la salutación que no llegaron a grabarse. Intercalado entre estas dos figuras se encuentra el segundo tema, una curiosa síntesis de la fuente y el árbol de la vida: se ha figurado una fuente de cuyo centro brota un árbol y a ambos lados dos pájaros que, al mismo tiempo que beben de las aguas de la fuente, representan a los dos animales afrontados en torno al árbol de la vida que constituyen su obligado complemento; uno y otro motivo armonizan perfectamente con el carácter bautismal de la pila.
Los dos laterales presentan en cambio una decoración de carácter puramente ornamental. En uno de ellos figuran dos rosetones polilobulados con rosáceas en su centro -elemento muy característico del gótico-, y rellenando los huecos un escudo de fajas y una flor de lis. En el opuesto se repiten los rosetones, pero su interior está completamente ocupado por entrelazos de claro sabor musulmán, mientras una decoración de atauriques ocupa el espacio que dejan libre los rosetones; se produce así una interesante combinación de motivos góticos con otros de progenie mudéjar.
El pueblo cuenta además con una casa interesante, el palacio que perteneció a los Rodríguez de Baquedano.
Esparcimiento
Las fiestas patronales en honor de la Virgen de la Natividad (La Candelera) se celebran el 2 de febrero.