OSKOTZ
Categoría histórica: Lugar.
Categoría administrativa: Concejo del Valle de Imotz.
Partido judicial: Pamplona.
Merindad: Pamplona.
Comarca: Valle de Imotz.
Población (1986): 93 habitantes de hecho, 94 de derecho.
Superficie: 9,37 km2
Distancia a Pamplona: 30 km
Comunicaciones: Carretera local que se une en Latasa con la general N-130, Pamplona-San Sebastián.
Geografía
Situado en las inmediaciones de un riachuelo tributario del río Araquil. El término confina al N con Echalecu, al E con Zarranz, al S con Eraso y al O con Latasa. Realizada la concentración parcelaria (1983): 296 Ha, 28 propietarios, 548 parcelas antes y 80 después, 718 Ha (577 de monte maderable y 26 de secano). Cooperativa agropecuaria San Miguel de Aralar, fundada el 30.3.1964.
Antigua “villa” de señorío realengo, cuyas pechas actualizó por “fuero” (1193) el rey Sancho VI el Sabio junto con las del valle de Imotz. Debía anualmente por ese concepto 15 sueldos más 5 cahíces y medio de cebada y avena. El monasterio de Irache desde el siglo XI y los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, desde el XII, poseyeron heredades en su término.
En 1802 se hace constar que cuenta con molino harinero. Además, en 1847 tenía escuela, dotada en esa fecha con 992 reales al año, “para cuyo pago hay una fundación de quinientos duros”, y eran los vecinos quienes ejercían el derecho de presentación del párroco y del beneficiario que atendían la iglesia.
La Ermita de San Juan y San Pablo es una amplia construcción de sillarejo revocado cuya planta es un rectángulo al que se ha adosado otra habitación lateral a los pies. Un sencillo vano permite el acceso. Se cubre con tejado de doble vertiente.
La Ermita de San Marcos, cercana al caserío, es una construcción pétrea de aparejo bien cuidado, si bien irregular en cuanto a su tamaño. Pequeños vanos, semejantes a unas saeteras, dejan penetrar la poca luz que ilumina el interior. La cubierta es a dos aguas.
El caserío tiene alguna casa doble con pared medianera sobre el tejado en hastial y triple fila de balcones lígneos bajo amplio alero.
La iglesia de San Cristóbal es un edificio de planta de cruz latina, cubierto con bóveda de cañón apuntado en los cuatro tramos de la nave, con cúpula por aproximación de hiladas en el crucero y con bóveda de cañón con lunetos en el resto. El acceso tiene lugar en el lado de la epístola. La puerta es abocinada, de arco apuntado, con las claves de sus arquivoltas decoradas con discos (3) de motivos cruciformes (2) y floreados (1). Los capiteles corridos ofrecen temas animalísticos varios, vegetales, humanos, y un pequeño Crucificado, todo ello de carácter rústico. Corresponden a una tradición gótica y a una cronología avanzada dentro del estilo.
En el interior destaca el retablo mayor (c. 1600), de talla, distribuido arquitectónicamente en banco, dos pisos de cinco calles cada uno y coronamiento. En el banco (de izquierda a derecha), hechos en relieve se identifican los temas siguientes: Beso de Judas, Camino del Calvario, Oración en el Huerto y Última Cena, dejando el espacio central libre para un sagrario de factura reciente. En el primer piso, la imagen central de San Miguel Arcángel (en hornacina) se acompaña lateralmente de los cuatro evangelistas (Mateo, Lucas, Marcos y Juan) en relieve, sobre los que se sitúa un doble friso con Santas Mártires, ángeles, los Padres de la Iglesia Latina y dos apóstoles: respectivamente. En el segundo piso el centro lo ocupa la figura de San Cristóbal, titular de la iglesia, esculpido en bulto, y los lados los relieves con Santa Bárbara, San Blas, San Francisco de Asís y Santa Lucía. En el ático se encuentra el Crucificado (bulto) con fondo de paisaje, escoltado por la Virgen María y San Juan evangelista pintados sobre tabla. El estilo general de la obra, tanto de la labor de talla como de mazonería en la que se utilizan los órdenes clásicos, denota un estilo romanista avanzado.
En ambos transeptos se sitúan retablos (1.ª XVIII) barrocos con esculturas (de San Ramón Nonato y de la Virgen del Rosario) siendo bastante superior la calidad de las imágenes que los ocupan que la de su arquitectura.
Cultura
Las fiestas patronales en honor de San Miguel se celebran el 29 de septiembre.
Folklore
En el Ingurutxo, o baile en círculo, participaban muchachos y muchachas. Consta de seis partes musicales y coreográficas. Los mayordomos elegidos por la juventud tenían un papel relevante y llevaban una banda de rojo o azul terciada al pecho para distinguirse de los demás. Al igual que en otros lugares del valle de Imoz, se bailaban danzas-juego como el Alki dantza o baile de las sillas y el Guerriko dantza o baile del cinturón.