ORTIGA
Fam. Urticáceas. Es una planta herbácea perenne, rizomatosa. Tiene las hojas opuestas a lo largo del tallo. Presenta el limbo lanceolado y con borde dentado. Sus abundantes flores son poco llamativas. Toda la planta se encuentra recubierta de pelos urticantes. Está distribuida por toda la zona norte de Navarra en escombreras, corrales y herbazales; se vuelve más rara hacia la zona sur, donde se refugia en ambientes húmedos y nitrogenados situados en los sotos y proximidades de los ríos. Otra ortiga frecuente en Navarra es la U. urena, sustituye a la anterior hacia el sur y se distingue de ella por ser una hierba anual con inflorescencias cortas y hojas más pequeñas.
Ampliamente utilizada en toda Navarra, se recomienda la infusión y cocimiento de las hojas o más comúnmente de la planta entera, principalmente como hipotensor, depurativo de la sangre y en el tratamiento del reumatismo. En menor grado se emplea para rebajar el colesterol en sangre (Laquidáin), en afecciones de la piel, granos, manchas, etc. (Olóriz, Sangüesa y Estella), como tónico, estimulante del apetito y reconstituyente en la anemia (Tafalla), como antidiabético (Garralda), diurético (Monreal y Tafalla), antidiarréico (Garralda), antihemorrágico (Estella) y para regular la menstruación (Tafalla). En primavera se toma cocida como cualquier otra verdura (Lanz) y aseguran que estimula el apetito (Estella).
En su uso externo se utiliza la planta entera en forma de cataplasma, aplicada sobre el cuello, en la afonía, “ronquera” (Zubielqui) y en el eczema y otras afecciones de la piel, también en cataplasma o lociones, maniluvios y pediluvios con el cocimiento (Tafalla y Lodosa); más frecuentemente se recomienda para aliviar los dolores reumáticos, restregando suavemente con ella las partes afectadas, preferentemente “sin respirar”; aplicado de esta manera activa la circulación (Cirauqui) y alivia los catarros, frotando el pecho y la espalda (Olazagutía) y hace crecer el pelo si se aplica en las calvas (Cascante). Menos incómodo resulta, sin duda, para evitar su caída o fortalecerlo, darse fricciones con el cocimiento de la planta en agua o vinagre (Lumbier) o con el macerado de alcohol (Tafalla); de esta manera se elimina también la caspa (Estella y Villanueva de Aézkoa).
Todas las aplicaciones se justifican por sus propiedades, salvo su acción hipotensora, pese a ser la más comúnmente citada, y su influencia sobre el crecimiento del pelo, que es dudosa.
Las ortigas se emplean también hervidas para dar de comer a los animales: patos, cerdos y, en general, al ganado para protegerlo de las epidemias (cuenca de Pamplona).
En Artaiz aseguran que, cuando las comen las gallinas, se les enrojece la cresta y aumenta la puesta de huevos porque “da fuerza a la sangre”.
En Goizueta se emplea el cocimiento de la raíz de Lamium album, (Ortiga blanca) para adelgazar y curar catarros; aplicación que no figura en la literatura científica.