ORORBIA, MAESTRO DE
ORORBIA, maestro de
Denominación dada al anónimo pintor del retablo mayor de la parroquia, una de las personalidades más destacadas de la pintura renacentista navarra. Su estilo se caracteriza por el gusto por lo narrativo que adornó con innumerables anécdotas y por un interés especial por el paisaje. Así en la historia del ciervo anunciando a San Julián representa una naturaleza con frondosos bosques alpinos, ocupando los árboles casi todo el espacio en tanto que en los primeros planos la hierba crece abundante. Se distinguen las distintas especies de plantas acuáticas que surgen en las orillas de los arroyuelos o flotan sobre el agua. Un bello paisaje nocturno sirve de ambientación a la escena del traslado del peregrino al hospital.
El gusto por la narración con múltiples detalles está expresado en la escena de la construcción del hospital.
Además de las escenas de la vida de San Julián, antes citadas, el pintor representa en el retablo otras de la infancia de Cristo centradas por la Virgen con el Niño con San Abdón y San Senén, dos santos fuertes y viriles vestidos con la indumentaria propia de la época del Emperador.
Hábil colorista, su sentido de la forma y el sentimiento del paisaje hicieron suponer a Angulo que se trataba de un pintor de origen nórdico que realizó la obra hacia 1530.
Bibliografía
A. Íñiguez, La pintura del Renacimiento en Navarra, “Príncipe de Viana” (1943), p. 422-434.