ORBARA, JUAN DE
ORBARA, Juan de
Natural de Aezkoa, canónigo de la catedral de Pamplona, nombrado abad perpetuo de Urdax por el papa León X, previa renuncia en su favor del comendatario fray Juan de San Martín* el mes de marzo de 1520. Fue canónigo pampilonense por el favor de la reina Catalina (1520), y acompañante de los destronados Labrit en su destierro; no era grato ni al emperador ni al virrey, Antonio Manrique de Lara.
Como por derecho de patronazgo no podían ejecutarse las Letras Apostólicas sin su presentación al Consejo Real, se mandó al capitán Martín de Ursúa tomar a mano, por la reina y su hijo (el emperador), iglesia, convento, casas, campos, frutos y emolumentos; fracasó en su primer intento, por la oposición armada, capitaneada por Fray Johan de San Martín; en un segundo intento, auxiliado por el alcayde y compañía del castillo de Maya (21 de julio 1520), después de tomar posesión contra la mala voz y protesta de los “frailes”, hizo entrega de todo a fray Juan de San Martín, que presentó otra bula por la que se le reconoció su dignidad abacial, pese a la anterior renuncia; falleció el 7 de octubre de 1520. Pero Juan de Orbara, que no tropieza con obstáculo para ejecutar las Letras Apostólicas, fue llevado a Pamplona por orden del duque de Nájera; pasa a Guipúzcoa, en donde se unió a los franceses invasores con los que regresó a Pamplona, a Maya y a Bayona. Mucho debió de significarse como espía y reclutador de armas y de provisiones cuando Carlos V le excluyó del primer decreto de indulto; se le incluye en el segundo (29 de abril de 1524); y desde 1526 hasta su renuncia en 1539 acudió a varias sesiones de las Cortes de Navarra. Durante su abadiato, dos hechos importantes: el incendio de la iglesia y monasterio en 1526, con pérdida de buena parte del archivo; y la defensa, en 1527, de los derechos señoriales del abad y sus religiosos, contra los pobladores de Zugarramurdi.