OLMO
Fam. Ulmáceas. Árbol caducifolio de hasta 30 m de altura o excepcionalmente algo más en ejemplares longevos situados en ambientes propicios. Su tronco puede alcanzar un notable grosor, aunque no sobrepasa por lo general los dos metros de anchura. El fuste es recto y la corteza, que al principio es gris y lisa, se torna posteriormente pardo-oscura y cuarteada irregularmente. La copa suele ser ovalada, pero se hace más esférica en los individuos desmochados. Las hojas, de color verde intenso y pubescentes, son de tacto áspero por el haz. Son simples, ovaladas y de borde doblemente aserrado. La base es acorazonada y asimétrica y el ápice acuminado. El limbo está surcado por 7 a 13 pares de nervios muy marcados en el envés. Su disposición sobre las ramas es alterna y dística. Se insertan por medio de un pecíolo corto. Florece para febrero o marzo y fructifica dando una sámara que se desprende antes de que las hojas terminen su crecimiento. Es árbol de terrenos profundos, frescos y fértiles que se cultiva por toda Navarra. Forma parte de setos, bordes de cultivos y caminos. No falta en las proximidades de los ríos donde convive con chopos, álamos, fresnos, sauces y otros caducifolios que componen el bosque ribereño. Su gran valor ornamental lo hace adecuado para adornar calles, plazas y parques. Las enfermedades criptogámicas han incidido con especial virulencia en esta especie, hasta su práctica desaparición en la década de 1980.
En los valles pirenaicos se utiliza el cocimiento de la corteza para aliviar las “hinchazones y torceduras del ganado”, bañando con él las partes afectadas (Villanueva de Aézcoa), por su empleo más generalizado es para desinfectar y cicatrizar heridas en personas y sobre todo en animales. En Arive refieren que lo empleaban mucho los arrieros para tratar las rozaduras de las caballerías, en particular las producidas por los “bastes”, albardas, en las épocas en que se hacía carbón vegetal en el monte. Aplicación justificada por las propiedades astringentes del tanino que contiene. En Burguete recomiendan el cocimiento para tratar las paperas del ganado.