OLITE, MERINDAD
OLITE, Merindad
Situada en la parte centromeridional de Navarra, limita al N con las Merindades de Pamplona y Sangüesa, al E con la última de estas dos Merindades, al S con la Tudela y al O con la de Estella. Tiene una extensión de 1392 km2, distribuidos en 27 municipios, y una población (en 1981) de 46.510 hab (33,4 hab/km2). Consta de dos grandes unidades de relieve, una montañosa al N y E y otra llana o suavemente ondulada en el resto del territorio, que es la porción más extensa. Por el N hacen de frontera la sierra de Aláiz y el extremo occidental de la de Izco. La primera es un anticlinal fallado y cabal ante hacia el S (Peña Unzué, 890 m), y la segunda, una cresta de areniscas con buzamiento hacia el mediodía. Por el S se alza el cordal de altas tierras de la divisoria hidrográfica entre el Cidacos y el Aragón (San Pelayo, 998 m. y sierra de Ujué, 932 m).
La parte llana lo es principalmente por el proceso de glaciplanación a que fue sometido este territorio a finales del Terciario y primera mitad del Cuaternario y por el de formación de las terrazas fluviales pleistocénicas. Es preciso tener presente, además, que sobre grandes extensiones predominan, dentro de la facies detríticas del Oligoceno y Mioceno, las arcillas, que son rocas fácilmente erosionables. Por último, no hay que olvidar la estructura geológica: buena parte del territorio de la Merindad corresponde a los amplios sinclinales de Barásoain y Miranda de Arga, separada por el estrecho y fallado anticlinal de Tafalla. En el núcleo de este afloran los yesos del Oligoceno, así como en los de Falces y Arguedas; la erosión selectiva los ha modelado en una serie de crestas y valles paralelos.
Salvo las sierras del N y NE, que pertenecen a la provincia submediterránea de quejigales y robledales de hoja pequeña acompañados de boj, y hasta a la atlántica (hayas) en el caso de las cumbres más altas y umbrías de Aláiz-Izco; la mayor parte del territorio se incluye en la región mediterránea de carrascales y, en mucha menor extensión, de coscojares, talados ambos por el hombre, de suerte que se hallan reducidos a rodales poco extensos, salvo en Ujué y la Valdorba, o degradados al estadio de matorrales y yermos xerofíticos o convertidos en campos de cultivo.
Las precipitaciones anuales descienden de N a S, desde más de 1.000 mm en la sierra de Aláiz, hasta menos de 450 mm en los bajos cursos del Arga y Aragón y en el Ebro; la aridez sigue igual gradiente de descenso (600 mm de evapotranspiración potencial al N y más de 800 mm al S).
Desde el punto de vista agrario también pertenece la mayor parte de la Merindad al mundo mediterráneo: el policultivo de secano (vid, olivo, cereal) ha perdido importancia en favor de la cerealicultura; el viñedo aún ocupa grandes extensiones en el piedemonte de Tafalla-Olite y en las terrazas del Bajo Arga, y los regadíos, poco extensos y un tanto aleatorios en el Cidacos, son ya de tipo ribereño en los pueblos del Arga, desde Mendigorría hacia el S. Únicamente en las partes más altas del N y NE se sigue practicando un sistema de cultivo herbáceo y extramediterráneo parecido al de la Cuenca de Pamplona. La organización político-administrativa también es semejante en esa zona (distritos municipales de Leoz y Olóriz, en la Valdorba histórica), mientras que lo corriente en la Merindad son los municipios y núcleos de población grandes, de tipo ribereño. Así pues, tiene una porción de su territorio incluible en la Ribera y otra en la Zona Media. Tafalla (9.863 hab en 1981) es la ciudad más populosa y la capital económica y administrativa de la Merindad (la histórica es Olite), debido al proceso de industrialización reciente; le sigue a distancia en población e industrias Peralta (4.298 hab). El éxodo rural se generalizó en las últimas décadas, y fue particularmente grave en la Valdorba y en Ujué.