NIEVE
Precipitación en forma de hielo cristalizado que tiene lugar cuando la condensación se realiza por debajo de los 0°C. Las situaciones más propicias para que se produzca corresponden a inversiones de aire polar, frío y húmedo, tanto de componente norte como noroeste. Ambos casos representan algo más del 50% de los que se dan en Navarra. A modo de frentes fríos inciden fundamentalmente en la mitad septentrional y de forma especial en la zona pirenaica y las montañas de la divisoria atlántico-mediterránea. Por el contrario, afectan poco a la Navarra Media y Ribera, y cuando ocurre, la nieve apenas persiste. De noviembre a marzo también pueden ser ocasionadas por perturbaciones del O que, en cantidades más moderadas, provocan innivación en cotas superiores a 1.000 m, cuando dichas zonas están afectadas por temperaturas muy frías. Con menor frecuencia pueden estar asociadas a deslizamientos de aire cálido y húmedo, mayormente del SO y SE, sobre el aire frío estancado en Navarra, bien por procesos de irradiación o de previa invasión de aire frío. En este caso las precipitaciones en forma de nieve se generalizan y más concretamente en la mitad sur de Navarra. Los datos existentes sobre su distribución espacial, y particularmente sobre su permanencia en el suelo, no son lo suficientemente precisos como para poder matizar su comportamiento en las distintas zonas. De todas formas, muestran un claro escalonamiento con la altitud, que va de un promedio anual de 2 días en la Ribera, a 23 días hacia los 900 m de altitud en la zona pirenaica (Remendía). Santesteban registra 7 días de precipitación nivosa al año, aumentando a 9 en el corredor del Araquil y Cuencas pirenaicas. En la mitad de los Valles Pirenaicos el número de días oscila entre 10 y 12, según la altitud. En la Navarra Media, las diferencias entre la occidental y la oriental son claras: 9 días para la primera y 6 para la segunda. En cuanto a su permanencia, cabe destacar los 4 días de promedio anual en Santesteban (bastante más en la divisoria atlántico-mediterránea), 7 en el corredor del Araquil, 6 en las Cuencas prepirenaicas, 4 en Estella, 3 en Olite y 2 en la Ribera. Junto con las sierras de Aralar y de Urbasa-Andía, donde la duración es superior a 40 días al año, los Pirineos constituyen la única zona donde la persistencia es digna de consideración. Hacia los 1.100 m de altitud es de unos 40 días (incluso algo más en la parte oriental, más fría), y hacia los 1.500 m puede situarse el límite inferior de innivación invernal constante. Por debajo de esta cota el manto nivoso es efímero y sobre todo intermitente. Diciembre, enero y febrero reúnen las mayores probabilidades de nevadas, si bien pueden darse desde noviembre a abril en toda Navarra, salvo en la Ribera donde se centran de diciembre a marzo. En la zona pirenaica pueden iniciarse en octubre, si bien con poca persistencia, y proseguir hasta mayo.
Para tratar de paliar dificultades y los problemas que crea en el tráfico, existe un servicio de nieves que durante la época invernal estudia varias veces al día los partes meteorológicos que se reciben por diferentes medios.
En el Servicio de Caminos del Gobierno de Navarra existen almacenes centrales de fundentes y maquinaria, y otros 14 en diferentes puntos de la Geografía navarra.
Colaboran en esta tarea camiones y quitanieves del Parque de Maquinaria que disponía en 1984 de tres quitanieves dinámicos, 14 camiones con cuñas y 16 extendedoras de sal.