MESNADERO
MESNADERO
Caballero que en la baja Edad Media recibía del erario cierta soldada anual, llamada justamente mesnadería, que le permitía y obligaba a mantener en servicio del rey un caballo de guerra y las armas consiguientes, además de un escudero. Los ricoshombres distribuían a su vez mesnaderías entre caballeros vasallos suyos.
La mesnadería estaba tasada en 20 libras o su equivalente en trigo y cebada. Los beneficiarios estaban obligados a residir en el reino y no ausentarse sin permiso y, llegado el caso de guerra, a servir al rey durante 40 días al año, en uno o varios plazos, tanto en el interior como fuera de las fronteras. Para comprobar que efectivamente cumplían su compromiso eran revisados anualmente, y se les confiscaban las armas o el caballo si se averiguaba que los había pedido prestados para la revista. Entre los mesnaderos con cargo al erario durante el siglo XIV se encuentran caballeros y escuderos naturales de otros reinos (guipuzcoanos, aragoneses, ingleses, franceses) e incluso el moro alfaquí de Tudela.
En 1346 había en el reino 176 mesnaderos, cifra que se mantuvo poco más o menos bajo Carlos II. A ella hay que añadir las “caballerías”, que en 1357 eran 43, tasadas también en 20 libras, así como los pagos a gentes de armas de diversas procedencias.