MARÍA
MARÍA
(Evreux, 1326-Valencia, 16.4.1347). Reina de Aragón. Segundogénita de los monarcas navarros Juana II y Felipe III de Evreux, con apenas doce años de edad se convirtió en la primera de las cuatro sucesivas esposas de Pedro IV el Ceremonioso (1336-1387). Con este matrimonio (Aragón, 25 julio 1338) se consumaba la maniobra política que, frente a eventuales amenazas castellanas, se había intentado ya mediante el frustrado compromiso conyugal de la primogénita Juana de Navarra con el mismo Pedro quien entonces (1331-1332) todavía no había sucedido a su padre Alfonso V de Aragón.
Los reyes navarros ofrecieron como dote la elevada suma de 60.000 libras de sanchetes, liquidada con retrasos y dificultades; para el último plazo (1345) se aprovecharon cartas de crédito confiscadas al judío tudelano Ezmel de Ablitas. Pedro IV, por su parte, asignó generosamente a María las rentas de Jaca, Tarazona y Teruel y de las aljamas judías de Gerona, Lérida y Valencia. De sus tres hijas, la mayor, Constanza, contraería matrimonio con el rey Fadrique II de Sicilia (1355-1377) y la segunda, Juana, con el conde Juan de Ampurias; la tercera, María, falleció a los dos años. El único varón, Pedro, vivió solo unas horas y a consecuencia del parto murió pocos días después la propia reina. Enterrada de momento en el monasterio valenciano de San Vicente, sus restos hallaron sepultura definitiva en el panteón regio de Poblet (1350).
En su testamento, redactado una semana antes de morir, había instituido herederos de sus derechos sobre Navarra a sus futuros hijos mayores y, en su defecto, a las tres infantas; en la hipótesis de que uno de sus descendientes llegase a ceñir las coronas de Navarra y Aragón, disponía que éstas ya no debían volver a separarse.
Bibliografía
J. R. Castro, El matrimonio de Pedro IV de Aragón y María de Navarra, “Estudios de Edad Media de la Corona de Aragón”, 3, 1947-1948, p. 55-156.