MALVAVISCO
Fam. Malváceas. Planta herbácea con raíz gruesa sobre la que se eleva un esbelto tallo con hojas blanquecinas, por la abundante pilosidad que las recubre. Lleva flores grandes blanco-rosadas, de cinco pétalos libres, protegidos por un doble cáliz. Presenta numerosos estambres que están soldados en una columna. Es planta propia de los ribazos y orillas de las lagunas de la mitad sur de Navarra. A este mismo género pertenece una pequeña especie cubierta de pelos muy aparentes, la A. hirsuta, planta frecuente en pastos terofíticos con influencia nitrófila. A. cannabina se distingue de las especies anteriores por su tacto áspero y por sus hojas palmeado divididas. Vive en los herbazales nitrófilos sobre suelos frescos o encharcados de la mitad sur de Navarra.
En toda Navarra se emplean la infusión o el cocimiento y macerado de las raíces “raspadas” (privadas del suber) y, a veces, de las flores o de toda la planta, en afecciones de vías respiratorias, catarros, bronquitis e incluso pulmonía (Senosiáin). Se recomienda también, aunque con menor frecuencia, en la inflamación de vías urinarias, indigestiones, ardor de estómago, como protector de la mucosa gástrica y laxante (sobre todo hojas y flores) y como sudorífico (Senosiáin y Cirauqui) y diurético (Abaurrea Alta). En uso externo se utilizan los vahos del cocimiento, en leche, de hojas y flores, o cataplasmas preparadas con éstas o con raíces, en afecciones de bronquios (uso generalizado); el cocimiento de la raíz sirve además para calmar irritaciones de la piel (añadido al agua del baño) (Aibar), tratar flemones (Tafalla), limpiar heridas infectadas y curar las mastitis (Castillonuevo). Para “madurar los diviesos”, emplean en Arizu un emplasto preparado con las raíces, cocidas en leche y trituradas en mortero, y manteca de cerdo. En Aibar, la raíz se daba para mascar a los niños cuando “estaban endentando”. En los valles pirenaicos se recomienda también en el empacho de los cerdos.
Su aplicación en las afecciones de vías respiratorias en uso internó o externo, salvo en forma de vahos, como antiinflamatorio y protector de las mucosas se recoge en la literatura científica.