LUSSA, DOMINGO DE
LUSSA, Domingo de
Escultor, vecino de Pamplona. Estuvo casado con María de Bidarte y Monreal, hija del ensamblador Domingo de Bidarte con quién colaboró en diversas obras ya que sus oficios se complementaban. Tuvo un hermano ensamblador, Juan de Lussa. Se desconocen los datos de su formación y aprendizaje pero su estilo es el de un romanista fino, experto en el relieve y en la figura de bulto. Colaboró con distintos ensambladores así el retablo de Berrioplano lo hizo con Martín de Echeverría y los retablos de Biurrun, Larumbe, Ardanaz (Egüés), Subiza y el Convento de Santa Engracia de Pamplona con su suegro Domingo de Bidarte. Después trabajó en unión de Paulo González en el retablo de Muruarte de Reta y Saralegui y finalmente fue Pedro Zabala, vecino de Estella el cuarto ensamblador con quien colaboró en el retablo mayor de Ciriza y en los colaterales de Esparza de Galar donde también se documenta la intervención de Bidarte. Su trepidante actividad unida a las numerosas veces en que actuó como tasador hace de Domingo de Lussa uno de los artistas más interesantes del primer tercio del siglo XVII.
El retablo de Berrioplano fue traspasado a Lussa en 1621 por la viuda de Pedro de Anraydu junto con otras obras. La tasación del mismo tuvo lugar en 1629 actuando como estimadores Pedro de Zabala y Juan de Berroeta a petición de Martín de Echeverría. Su traza correcta se compone de un pequeño banco, dos cuerpos distribuidos en tres calles por medio de columnas entorchadas y un ático. Los relieves de La Pasión y la Virgen de la Candelaria se encuentran entre lo mejor de la obra de Lussa. En 1632 contrató el retablo de Ciriza que cobró su viuda en 1639, previo remate de las esculturas del ático. Su arquitectura avanzó hacia el barroquismo a la par que la escultura reveló la influencia de Gregorio Fernández aunque su calidad es desigual destacando el Prendimiento, la Cruz a Cuestas y el titular San Miguel. El sagrario expositor tiene forma de templete de tres cuerpos decrecientes y se adorna con pequeños relieves.
De 1634 data la contratación del retablo de San Esteban de la parroquia de Muruarte de Reta que se tasó en 1638. La obra ha sufrido una reforma de Neoclásico y el repinte afea la escultura que muestra no obstante su calidad en las escenas de la Pasión de Cristo y en la imagen de Nuestra Señora del Rosario de expresión sosegada como las Vírgenes de Biurrun, Noáin o Berrioplano obra del escultor. Muy transformado se encuentra también el retablo mayor de Subiza cuya arquitectura, obra de Bidarte, prácticamente ha desaparecido en tanto que la escultura con relieves de la Pasión de Cristo de buena calidad se encuentra distribuida entre el retablo mayor y los colaterales. El sagrario se adorna con relieves con el tipo humano de rostro fino y acumulación de personajes característico de Domingo de Lussa. Su labor la continuaron sus discípulos entre los que sobresale Fausto de Ulsurrun quien no obstante, no llegó a igualar al maestro.
Bibliografía
T. Biurrun La escultura religiosa y Bellas Artes en Navarra durante la época del Renacimiento (Pamplona, 1935), p. 368-370; J. E. Uranga, El retablo de Ciriza “” n.° 10 (1943), p. 445-453, M.C. García Gaínza, La escultura romanista en Navarra (Pamplona, 1969), p. 131-148.