LÓPEZ MENDOZA Y GARCÍA, JOSÉ
LÓPEZ MENDOZA Y GARCÍA, José
(Frías, Burgos, 1848 – Pamplona, 1923). Obispo de Pamplona 1899-1923. En Frías estudió primeras letras y latín. En el seminario de Burgos cursó humanidades, filosofía y dos años de teología. La amistad con un estudiante agustino le inclinó a ingresar en esta orden en 1866. Concluidos sus estudios eclesiásticos se inició en la enseñanza de la teología alternándola con la predicación. Lo enviaron a Roma (1877-1880) a estudiar derecho; en clase coincidió con Giacomo Della Chiesa, futuro Benedicto XV, al que le unió una buena amistad. Volvió a España doctor en teología y derecho. En el Escorial desarrolló una actividad intensa y variada: director espiritual, confesor, catedrático (dogma, moral y derecho), redactor de La Ciudad de Dios, predicador y numerosas relaciones sociales. En 1891 fue nombrado obispo de Jaca.
Preconizado obispo de Pamplona (14.10.1899) hizo su entrada el 11.3.1900. Dejó un puñado de pastorales entre las que destacan las conmemorativas de los grandes centenarios: Año santo (1900), edicto de Milán (1913) y canonización de San Francisco Javier (1922). Sus circulares fueron más de 400.
Su autoridad episcopal se vio discutida y atacada en varias ocasiones, pero supo defenderla e imponerla con fuerza y decisión. En 1900 condenó El Porvenir Navarro y se vio respaldado por la gran manifestación católica de 9.1.1900, de resonancia nacional.
En 1902 hubo oposiciones a canónigo doctoral y descartado el navarro Hilario Yaben, fue elegido el foráneo Juan Gómez, hechura de obispo.
Cinco prominentes canónigos (Legaz, Garnica, Irujo, Hernán y Tirapu) protestaron ante el obispo, éste les retiró las licencias sacerdotales y tuvo que intervenir el arzobispo de Zaragoza para recomponer la paz. En 1905 nuevo conflicto más ruidoso. En Pamplona se consagraron los obispos navarros Baztán e Ilundáin. El seminario no acudió a la ceremonia y se desató una oleada navarrista antiepiscopal. Siete profesores del seminario fueron fulminantemente destituidos arreciando la campaña, sostenida por el Diario de Navarra. El obispo declaró al periódico “Rebelde a la autoridad eclesiástica y colocado en la pendiente del cisma”. Su director Eustaquio Echauri se retractó.
El obispo López Mendoza, aunque nunca manifestó sus preferencias políticas y se mantuvo por encima de los partidos buscando la unión de los católicos en las cuestiones religiosas, fue un ferviente partidario del catolicismo social que entonces recorría toda la Europa católica. Envió a los sacerdotes Flamarique y Yoldi a Valencia a iniciarse con el P. Vicent. Volvieron convertidos en unos auténticos apóstoles de esta corriente, que quería ser la tercera fuerza entre liberales y socialistas. Surgió en Navarra un poderoso movimiento social agrario y cooperativista. El obispo lo apoyó incondicionalmente y en todo momento, atrayéndose no pocas iras. 1907 chocó con el “Diario” por sus ataques a los clérigos sociales, en especial a Yoldi; el obispo exigió una retractación y el periódico la dio. La tensión llegó a su punto culminante en los años 1910-1913. Los enemigos del obispo le minaron el terreno en Madrid y Roma. Lo tachaban de imprudente, temerario, alborotador de la plebe, duro de corazón y probablemente de modernista. Dos frailes de Pamplona, cuyo noviciado visitaba el obispo, enviaban informes desfavorables a dos cardenales romanos de gran influencia ante el papa Pío X. El obispo conocía los manejos y callaba. Le ofrecieron la mitra de Burgos, pero él contestó: “O Pamplona o la celda de fraile”. Hacia 1912 presentó la renuncia. Algunos canónigos enviaron a Roma un detallado informe favorable al obispo. La orden agustina le instó a defenderse y en una audiencia privada con el papa Pío X en 1913 quedó todo esclarecido y sobrevino la paz.
Quiso que el boletín diocesano sirviera de crónica para todos los acontecimientos religiosos; puso a disposición del clero la biblioteca del seminario y pensó celebrar sínodo a la mayor brevedad para lo que nombró las comisiones preparatorias (1917), pero la inmediata promulgación del Código anuló el intento.
En la visita ad limina de 1917 tuvo el consuelo de abrazar a su antiguo condiscípulo convertido en papa Benedicto XV, escena recordada con cariño en su correspondiente pastoral.
Bibliografía
T. Rodríguez, Semblanza del Ilmo y Rdo Fr. José López de Mendoza, obispo de Jaca, “La Ciudad de Dios”, 26 (1891), p. 5-13; M.F. Miguélez, El Rdo P. López, fallecido obispo de Pamplona, “La Ciudad de Dios”, 132 (1923), p. 283-298; G. de Santiago Vela, El Excmo Fr. José López Mendoza, “Archivo agustiniano”, 19 (1923), p. 210-222; J. Ruiz de Arcaute, Las Cajas rurales en Navarra: 1900-1912 (Madrid, 1978), Tesina mecanografiada. J.M. Lecea, La Vieja Navarra y La Nueva Navarra, (Pamplona, 1973). Semana Social de España. Sexto curso (Pamplona, 1916).