LABIADAS
LABIADAS
Familia vegetal que comprende un numeroso grupo de especies en Navarra. Por lo general son plantas perennes herbáceas (Glechoma hederacea, Melittis melissophyllum) o leñosas (romero, salvia, tomillo). Menos frecuentemente son plantas anuales (Galeopsis ladanum, U. tetrahit, Stachys annua, Lamium purpureum, L. hybridum, L. amplexicaule).
Los tallos presentan sección cuadrangular. Las hojas se insertan sobre el vástago opuestas de forma que los pares contiguos aparecen girados entre sí 90 grados. Pueden ser pecioladas o sentadas, simples y con el limbo entero, dentado o recortado en lóbulos poco profundos. Las flores se agrupan en pisos, veticilastros, con brácteas generalmente similares a las hojas.
Son generalmente muy aromáticas y constan de un cáliz con cinco piezas soldadas. La corola está formada por cinco pétalos unidos y dispuestos en dos labios, la corola bilabiada. A veces aborta el labio superior, dando la corola unilabiada de Ajuga y Teucrium. Excepcionalmente en Mentha, la corola parece casi regular, por la soldadura de dos piezas en una semejante a las otras tres. Los estambres en número de cuatro se disponen bajo el labio superior. Son didínamos, es decir, dos son mayores que los otros dos. En el romero y en la salvia sólo quedan dos estambres fértiles. El ovario está formado por dos carpelos escindidos en cuatro cavidades en la madurez. El fruto es un tetraesquizocarpo. Además del extenso número de especies conocidas por sus propiedades aromáticas o por tener aplicación medicinal como el romero, tomillo, lavanda, orégano, salvia, hierbabuena, melisa, candileja (ver estos términos) existen en Navarra, un conjunto de especies repartidas por un variado espectro de ambientes ecológicos, que se extiende desde la Montaña hasta la Ribera y tanto en los medios terrestres como en los acuáticos.
En las montañas roncalesas habitan en el cervunal Ajuga pyramidalis; en los neveros Horminum pyrenaicum; en los roquedos Scutellaria alpina, Stachys alopecuros y el hisopillo Sideritis hyssopifolia; en los bosques Melittis melissophyllum, Galeopsis tetrahit, Lamium maculatum, Lamiastrum galeobdolon, Stachys alpina, S. Sylvatica, la calaminta Calamintha sylvatica, y el orégano Origanum vulgare; en los brezales la betónica, Stachys officinalis. En las aguas junto a los ríos y lagunas están Scutellaria galericulata, S. minor, Teucrium scordium, Stachys palustris, Mentha aquatica y M. longifolia. Junto a los caminos formando parte de los herbazales tienen su óptimo Ajuga reptans, Marrubium vulgare, Plilomis herba-venti, Galeopsis ladanum, Lamium purpureum, Ballota nigra, subsp. foetida, Stachys recta, Prunella laciniata, P. vulgaris, Salvia pratensis, S. verbenaca, entre otras. La mayor parte de las especies se integran en el monte bajo, en los romerales y tomillares como la ajedrera Satureja montana, Teucrium scorodonia, T. polium, tomillo, orégano verde Origanum virens, romero y Sideritis linearifolia. Su importancia radica en la utilidad tanto por ser plantas aromáticas y medicinales, como por ser plantas melíferas. Muchas de ellas definen con su sola presencia una ecología peculiar y pueden ser utilizadas como plantas indicadoras de calidad ambiental.