LA MERINDAD ESTELLESA
LA MERINDAD ESTELLESA
Semanario estellés que tuvo dos épocas diferenciadas. La primera entre el 2.7.1916 y el 24.12.1937. La segunda alcanzó sólo 35 números (el último repetido), correspondientes al período entre el 30.7.1981 y la semana del 15 al 22 de mayo siguiente. Declaraba ser independiente y lucía el subtítulo de “órgano defensor de los intereses del distrito”.
La redacción estaba situada en la llamada “Casa del Ché”, cerca del puente del Azucarero, y se distribuía en Estella y pueblos de su merindad. También contó con suscripciones en España y Extranjero. Se editaba en la imprenta Zunzarren y constaba de 4 páginas, salvo números especiales con mayor paginación, siendo su tamaño habitual 44,5 x 32 cm. Agrupaba diversas secciones, predominando en sus temas aspectos de la actualidad local. Ya en su primer número y en una columna que lucía el título de “Nuestro Programa” se exponía como objetivo de la publicación, “elevar la voz del distrito en todas sus necesidades, y sobre todo en aquellas que por su carácter local no pueden ser acogidas por parte de la prensa de Pamplona”. No faltaban apartados dedicados a la agricultura y los pueblos de la merindad. Se mantenía también una sección de Sociología Cristiana, además de las habituales gacetillas, notas, ecos de sociedad, actos de culto y profanos.
Fue fundada por Matías Colmenares Errea, arquitecto, Silvestre Lorente, procurador y Simón Blasco Salas, junto al citado Mariano Zunzarren. Colmenares, promotor también de la Teatral Estellesa, figuró como director del semanario hasta 1918. Entre 1918 y 1921 adquirió la publicación -por dos mil pesetas- el abogado Francisco Greño, sustituido por Simón Blasco Salas y luego por Eustaquio Echave Sustaeta*, Mariano Zunzarren y su hijo Tirso. El último director en esta etapa fue Pablo Ruiz de Alda. El número suelto del semanario se vendía en este período a 10 céntimos.
En su segunda época, “La Merindad Estellesa” respondió al intento de llenar el vacío de medios informativos locales, pero el contexto y el contenido fueron otros. Mantuvo la cabecera e incluso el subtítulo como en la primera época, cambiándose en el número 21. Se alteró varias veces paginación y secciones sobre temas locales. Se imprimía en Gráficas Lizarra. Su editor responsable era José Sánchez y le sucedieron como directores, José Luis Larrión y Ángel Luquin Etayo. El semanario incluía también colaboradores gráficos, alcanzaba una tirada de 1.500 ejemplares, que se vendieron primero a 30 pesetas y luego a 35. La politización de “La Merindad Estellesa” y disensiones internas, entre otras causas, contribuyeron a la desaparición definitiva del semanario.