KIWI
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Familia de las Actinidaceas. Planta de origen asiático. Necesita climas húmedos y temperaturas suaves. Enraíza en suelos arenosos o francos, muy permeables, ya que, si bien precisa mucha agua, no aguanta los encharcamientos. Tiene excelentes propiedades nutritivas y en especial un alto contenido de vitamina C, seis veces superior al de la naranja. Además contiene pocas calorías y una gran cantidad de sales minerales y fibra. Por todo ello se incluye en dietas de adelgazamiento y en la alimentación de personas propensas a sufrir infecciones. Es una fruta muy digestiva.
La Vertiente Atlántica de Navarra (Valle de Baztán y Cinco Villas) resulta apta para el desarrollo de este cultivo, por su clima suave y húmedo. Presenta el inconveniente de las heladas primaverales, si bien ello se supera implantando sistemas antiheladas en las parcelas y cortavientos. Se calcula que en la Cuenca del río Bidasoa podrían dedicarse al kiwi unas 250-300 hectáreas.
El cultivo se introdujo en Baztán en 1985 por un grupo de particulares, que inició la experiencia con la plantación de 1 hectárea. El éxito inicial les animó a crear una sociedad anónima denominada “Kiwi Baztán, S.A.” que en 1987 se convirtió en Sociedad Agraria de Transformación (S.A.T.). Parte de su capital es neozelandés y asimismo técnicos neozelandeses asesoran e intervienen en los trabajos de campo.
Desde sus comienzos, la superficie dedicada a esta fruta en Navarra ha ido creciendo de forma paulatina. A finales de 1987 había ya 17 hectáreas plantadas en la zona noroeste y en 1988 continúan ampliándose las parcelas cultivadas.
En efecto, entre las características del kiwi destaca el hecho de que una planta empieza a producir a los dos o tres años de su plantación, alcanzando la plena producción a los ocho años de dicha plantación. El periodo productivo es de 30 a 40 años y la producción media es de 25.000 kilos de fruta por hectárea y año.
La puesta en marcha de una plantación de kiwi precisa unos gastos de inversión elevados pero se compensan por la alta rentabilidad posterior. Por ello este cultivo se contempla como una alternativa interesante para los agricultores de la montaña navarra.