JESUITAS
JESUITAS
Compañía de Jesús. Congregación religiosa fundada por Ignacio de Loyola y aprobada por el papa Paulo III en 1537. A los votos de castidad, pobreza y obediencia jerárquica, unió el de la obediencia directa al papa. Caracterizada por una especial actividad evangelizadora y misionera.
La vinculación de la compañía con Navarra tiene dos puntos de referencia especiales. Ignacio de Loyola concibió su ideal religioso durante la convalecencia de las heridas recibidas en el asedio del castillo de Pamplona (1521) por los franconavarros partidarios de Enrique II; Francisco de Javier, cofundador de la compañía de Jesús, es uno de los navarros universales.
Pese a la presencia de Francisco de Borja, otro de los grandes jesuitas, el año 1551 en Navarra la primera fundación no se produjo hasta 1580, con la creación del colegio de Pamplona, gracias al apoyo de Juan Piñeiro, señor de Eriete, y del virrey Francisco Hurtado de Mendoza; frente a ellos se mantuvo durante un largo periodo la oposición de los agustinos y del propio regimiento de la ciudad. Las Cortes de Navarra primero y el propio Felipe II (1583) acabaron apoyando la fundación jesuítica, que en 1586 contaba ya con tres maestros y cuatrocientos alumnos. Nombres como Juan Rogel, Juan Martínez de Ripalda o el cronista José de Moret son algunos de los miembros navarros de la orden que destacaron en esta primera etapa, finalizada con la expulsión de los reinos de Carlos III, en 1767. Mención especial merecen también Pedro Antonio Calatayud, Miguel de Elizalde y Martín de Esparza.
El regreso no se produjo hasta 1870, cuando comenzó el funcionamiento de un pequeño colegio, el de Villalba, junto a Pamplona, aunque ya antes, tras la dispersión ocasionada por la Revolución de 1868 había miembros de la compañía residiendo en diversas localidades navarras. La comunidad estaba compuesta por dos partes, dos hermanos, dos estudiantes, miembros de la compañía, y un sacerdote y diez alumnos externos y otros diez internos. La guerra carlista, en la que los alumnos tomaron clara postura a favor del pretendiente Carlos VII condujo, en 1873, al cierre del colegio por la propia compañía.
En 1891, y tras un largo periodo de gestiones iniciado en 1868 con el testamento de Josefa Lecumberri, que contenía una manda para la fundación de un colegio, se iniciaron las actividades educativas de los jesuitas en Tudela. Dos años después se instalaban en Javier, previa donación del castillo por parte de la duquesa de Villahermosa. En 1899 se inició la construcción del colegio, que inició sus clases en 1904, con 25 alumnos; las ampliaciones de 1926 y de 1948 permitieron la presencia de 220 estudiantes. El regreso a Pamplona se produjo en 1946; se instalaron inicialmente en el centro mariano de la calle Mayor y, tras pasar por la calle Arrieta y la Media Luna se instalaron definitivamente en el edificio de la calle Bergamin en 1949; el colegio tenía, en 1988, una capacidad de más de 2.000 alumnos. En 1959, se inauguró la iglesia aneja de la Inmaculada.