ITXAKO, MANANTIAL DE
ITXAKO, Manantial de
Junto con otros que surgen de manera más o menos difusa a lo largo de la regata que proviene del mismo, drena el acuífero más septentrional de la unidad hidrogeológica de Lóquiz, denominado “acuífero de Itxako”. Se trata de un acuífero kárstico formado por calizas y margocalizas del Cretácico superior.
El caudal medio del conjunto es de alrededor de 1,5 m3/seg, pudiendo sobrepasar en épocas de lluvias los 10 m3/seg, mientras que en estiaje puede descender por debajo de los 0,2 m3/seg.
El origen de este manantial, que emerge en la base de un cantil rocoso, y de los manantiales que surgen de una manera más o menos difusa a lo largo del barranco, no está del todo claro, aunque parece que está ligado a fracturas o diaclasas en la roca, que quedan enmascaradas, en parte, por los depósitos aluviales y derrubios de ladera que recubren las salidas. El agua se ve, entonces, obligada a cortar esta barrera permeable, formando pequeños mantos freáticos que se drenan por el barranco.
El manantial de Itxako, captado para el abastecimiento de Estella, tiene una circulación forzada y emerge a presión a través de un conducto subvertical (manantial ascendente) de unos 9 metros de longitud y una anchura que permite el paso de hombres rana. En el exterior forma un pequeño lago, cuyo fondo se encuentra en estiaje a una profundidad de 1,5 metros y se presenta por bloques y cantos que, en parte, enmascaran la salida del agua.