IBAÑETA
Paso transpirenaico de 1.057 m de altitud que une la Alta Navarra con la Merendad de Ultrapuertos o Baja Navarra. Paso eminentemente histórico con hitos como la victoria sobre Carlomagno y sus Doce Pares (778), el esplendor jacobeo, las luchas contra la convención y la invasión napoleónica. A 2 km de Roncesvalles, es jalón obligado al visitante de este rincón pirenaico. Magnífica visión sobre ambas vertientes, especialmente sobre las profundas barrancadas de Luzaide, en la vertiente de Garazi. Punto de partida de excursiones hacia el macizo de Garabizkai-Orzanzurieta y Lindux-Lauriñak. Ibañeta ofrece igualmente en invierno amplias posibilidades para la práctica de deportes de invierno. En su cumbre fue construida en 1964 una ermita dedicada a San Salvador.
L. Vázquez de Parga realizó una excavación (1953), en que recogió un fragmento de ara romana y restos de cerámica de la misma época. También en esta zona se localiza el conjunto de Cronlechs de Hainillarrieta.
Fue importante paso de peregrinos en la Ruta Compostelana. Aquí confluían los peregrinos que, como dice la Guía del siglo XII, no querían subir por el camino de la montaña y preferían hacerlo por el valle Per quam etiam multi peregrini ad Sanctum Jacobum tendentes transeunt, nolentes monten ascendere. En la capilla encontraban los peregrinos un refugio y un hospital. Pero perdió su importancia cuando en 1132 se fundó en sus inmediaciones la gran hospedería de Nuestra Señora de Roncesvalles. Íntimamente unido al paso de los peregrinos era la iglesia de San Salvador de Ibañeta. “Allí -dice el peregrino Domenico Laffi- cantamos un Te-Deum para dar gracias a Dios por habernos conducido sanos y salvos. Antes de abandonar la cima de los Altos Pirineos, que con tanto esfuerzo habíamos escalado, reposamos en la capilla …”.
En el siglo XVI, los restos del antiguo monasterio se hallaban arruinados. Considerada ya mera ermita, fue reconstruida y se le dotó de la campana que había de tañerse para orientación de los peregrinos. Volvería a ser destruido el edificio, con todo, por lo menos en 1794 (en la guerra contra la Convención) y 1884 (por un incendio fortuito), sin que ya volviera a levantarse de nueva planta hasta 1964.
En realidad, fue toda la ruta Jacobea la que desapareció como tal con la decadencia de las peregrinaciones. Todavía en el XVII menudeaban relativamente las noticias de peregrinos; pero en el XVIII y el XIX se hacen menos frecuentes.
En cambio, el paso de Ibañeta ganó importancia como ruta común de tráfico, sobre todo desde el mismo siglo XVII y, aunque no coincidía con él la frontera, como sí constituía por el contrario la divisoria de aguas, en él había guarnición militar y talbas (que en realidad solían hallarse en Roncesvalles y Burguete). Fueron frecuentes los problemas surgidos con la gente que llegaba de Valcarlos o se dirigía hacia este lugar, al intentarse cobrar derechos de aduana como si traficaran con el extranjero.