HUESTE
HUESTE
El ejército del rey de Navarra en pie de guerra. Pregonado el llamamiento, los infanzones e hidalgos debían movilizarse y acudir “con pan de tres días”; transcurrido este plazo, el monarca les facilitaría el “conducho”, es decir las provisiones necesarias. El fuero de Jaca extendió a los “francos” esta limitación económica de los servicios de armas. Los “villanos” podían ser convocados con “pan” de 7 ó 15 días y hasta un mes o, en todo, por el tiempo que se les ordenara (Fuero General de Navarra, 1, 1, 5). En el propio Fuero General se contemplan los supuestos de exención o mitigación de tales obligaciones (1, 1, 6 y 1, 5, 1-2). En 1280 se denominaba “huest” uno de los conceptos de la carga señorial conjunta de los lugares de realengo del valle de Atez: anualmente, 20 sueldos más dos cahíces y medio de cebada o avena; un siglo después (1393) figura con el nombre de “ozterate” y la suma de 81 sueldos y cuarto más cuatro cahíces de trigo y otros tantos de cebada.