GURREA, LOS
GURREA, Los
Juan, escultor procedente de Calatayud, y su hijo Francisco, ambos vecinos de Tudela, desempeñarán un papel de primer orden en el desarrollo del gran foco de retablística que surgirá en la capital de la Ribera. Es mejor conocida la obra del hijo que es por otra parte el artista más importante. Los primeros retablos son todavía deudores de la traza manierista en casillero como lo muestran el mayor de la Iglesia de Santa María de Gracia de Tudela (1635) obra de Juan hecha sobre proyecto de Jerónimo de Estarragán, muy semejante al retablo mayor de Ablitas realizado por Francisco (1642). También a este grupo manierista pertenece el retablo mayor del convento del Carmen de Tudela (1653) debido a Juan. El cambio de traza se produce en el retablo de la capilla del Espíritu Santo de la Catedral de Tudela (1659) proyectado por Sebastián de Sola y Calahorra pero ejecutado por Francisco con columnas salomónicas y decoración naturalista que repetirá en el retablo de la Dolorosa de la misma catedral.
Un paso más hacia un tipo de retablo fuertemente ornamental semejante a los de José Benito de Churriguera se da en el retablo del convento de dominicas de Tudela (ca. 1685) y en el mayor de recoletas de Pamplona (1700-1708) que se encuentra entre lo mejor de la producción de Francisco.
Artista muy activo son obras suyas los retablos mayores de El Portal de Villafranca de Monteagudo y el de Cárcar, obra excelente por su sentido decorativo. Además de otras obras hizo para la Iglesia de Lodosa los retablos del Carmen y de San Rafael donde intervino el hijo de Francisco Leonardo, además de la sillería del coro.