GUERENDIÁIN
Categoría histórica: Lugar.
Categoría administrativa: Concejo del valle de Elorz.
Partido Judicial: Aoiz.
Merindad: Sangüesa.
Comarca: Cuenca de Pamplona.
Población (1986): 24 habitantes de hecho, 24 de derecho.
Distancia a Pamplona: 16,5 km
Comunicaciones: Carretera local que por una parte enlaza con la nacional N-121, Pamplona-Tudela y por otra con la N-240, Pamplona-Huesca.
Geografía
Limita al N con Torres, al S con Unzué, al E con Ezperun y al O con Tiebas y Oriz.
En su término se encontró un hacha pulimentada de forma trapezoidal plana, de la Edad del Bronce.
Antiguo lugar de señorío realengo, cuyas cargas anuales comprendían en 1280, por concepto de pecha, 3 cahíces 2 robos 1 cuartal de trigo, 2 cahíces de cebada, 4 cahíces y medio de avena y 16 sueldos por el vino vendido, más 1 cahíz 1 robo y medio de trigo y otros tantos de cebada y avena por razón de la cena, y 1 cahíz 1 robo de trigo por “boal”.
Su iglesia parroquial está dedicada a San Juan Bautista.
Fue lugar de señorío hasta comienzos del siglo XIX y por tanto tuvo administración peculiar en algunos aspectos. El gobierno, no obstante, era el de los lugares de realengo: sus 47 almas (según el diccionario de 1802) eran gobernadas por el diputado nombrado por el valle de Elorz, y por los regidores del pueblo, elegidos entre sus vecinos. En 1847 se escribía que el lugar tenía siete casas miserables y de mala construcción, excepto la abacial y que había un antiguo y magnífico palacio que fue quemado por los soldados franceses durante la guerra de la Independencia. Contaba aún -en 1847- con unas 200 robadas de dehesas; sus gentes se dedicaban a producir y exportar cereales y patatas, recibían el correo desde Pamplona y sólo contaban con caminos locales no muy buenos.
Arte
La iglesia de San Juan Bautista, es un edificio de origen románico construido en piedra, remodelado más tardíamente (siglo XVI) para adaptarlo a los nuevos gustos del Renacimiento con empleo de nuevos sistemas constructores y de un nuevo material -el ladrillo- como se advierte desde el exterior. Tiene planta de nave única con cabecera semicircular y acceso al interior por una sencilla puerta de arco de medio punto abierta en el lado de la epístola a la que protege un pórtico de nueva construcción. En ese mismo lado se encuentra la sacristía a la que se accede desde el presbiterio. El recrecimiento del ábside hecho en ladrillo, tal vez fuera contemporáneo del de la torre campanario situada a los pies sobre el primer tramo de la nave. En su interior la cubierta de la nave en sus tres tramos es de bóveda de cañón con fajones que apoyan en ménsulas de estilo renacimiento. La cabecera, transformada en poligonal para acoplarse a su nueva cubierta, tiene bóveda de crucería estrellada con claves adornadas con cabezas de angelotes.
El retablo mayor, de estilo barroco tardío (circa 1700) con profusión de hojarasca, se articula en banco, cuerpo de tres calles y ático al que flanquean las armas del Barón de Beorlegui que, según Madoz, ejercía como patrono de la iglesia. Se decora en el banco y calles laterales con pinturas al óleo sobre tabla y en el ático con una buena talla del Crucificado de la misma época y estilo que el resto. La casa central del cuerpo del retablo se ocupa con un lienzo contemporáneo que representa el Bautismo de Cristo en el río Jordán por Juan el Bautista, titular de la parroquia.
Flanquean el presbiterio sendos nichos que ocupan dos retablos, de factura popular y estilo Barroco tardío: el del lado de la epístola está dedicado al Crucificado, de talla, con fondo de pintura con las Santas Catalina de Alejandría y Margarita de Antioquía, el del evangelio a la Inmaculada Concepción pintada sobre lienzo según la iconografía española del siglo XVII. Completa el mobiliario un pequeño retablo de estilo barroco dieciochesco y factura popular, situado en el lado del evangelio, con imagen actual de San Francisco Javier entre relieves originales de San Joaquín y la Virgen Niña a la izquierda y San José con el Niño Jesús dormido abrazado a la cruz de la derecha.