GÓMEZ MAESTRO, JULIO SENADOR
GÓMEZ MAESTRO, Julio Senador
(Cervillejo de la Cruz, Valladolid, 26.9.1872 – Pamplona, 31.1. 1962). Abogado, notario y escritor regeneracionista. Sufrió de pequeño una poliomielitis que le malformó la pierna derecha y derivó en parálisis progresiva, dolencias que no le impidieron cursar el bachillerato en Valencia y obtener la licenciatura en Derecho en Valladolid (1895) y, tras algunos viajes por el extranjero, notarías (1908). Ocupó diversas plazas rurales (Santa María del Páramo y Quintanilla, en León; Poza de la sal, en Burgos; Villada, Cevico de la Torre y Frómista, en Palencia; San Vicente de Alcántara, en Badajoz), antes de llegar a Pamplona. De todas ellas, la que más le influyó fue la de Frómista.
Escribió Castilla en escombros (1915), La tierra libre (1918), La ciudad castellana. Entre todos la matamos (1918), La canción del Duero. Arte de hacer naciones y de deshacerlas (1919), El impuesto y los pobres (1921) y Los derechos del hombre y del hambre (1929).
Julio Senador Gómez pertenece a la corriente regeneracionista española, encabezada por el aragonés Joaquín Costa, junto con Macías Picávea, Lucas Mallada, J. Pando y Vall y Elías Romera. El regeneracionismo ha sido calificado por E. Tierno Galván como una especie de prefascismo; otros ven en la corriente una tentativa depuradora de la democracia bipartidista de la Restauración; no falta quien cual J. Jiménez Lozano, ha calificado a J. S. Gómez como “amargo arbitrista”. Pero según ha precisado Amando de Miguel, el regeneracionismo es más un talante o estilo de plantearse los problemas públicos que una doctrina estricta. No es, pues, un sistema y así entre unos y otros autores hay diferencias hondas. Como muestra, baste citar que Pando defiende en Regeneración económica (1897) el proteccionismo económico que a J. S. Gómez le pareció siempre nefasto. Los cuatro pilares esenciales del regeneracionismo fueron el nacionalismo, el estudio de los problemas económicos, una fe profunda en la educación y el rechazo enérgico de la corrupción caciquil.
J. S. Gómez que ejerció notable influencia, se refiere casi siempre a Castilla, que para él es sobre todo la parte de la meseta que cubren Valladolid y Palencia, zona que no es la Castilla histórica y que tampoco sirve, como él quiere, para exponer los problemas generales de todo España. Tampoco se puede admitir la identificación de Castilla con toda España.
Las contradicciones del análisis son propias a veces de la inexactitud estadística manejada por J. S. Gómez -sociólogo de primera hora- o del fervor industrialista y a la vez anticapitalista. Así, escribe que “El humo de la hulla es el incienso del trabajo” y que en la sociedad los burgueses -terratenientes y capitalistas, que “unidos luchan contra el pueblo”- se enfrentan al “proletario de blusa o de levita”, con un resultado: “No tenemos nada y, sin embargo, pagamos. Ellos lo tienen todo y, sin embargo, cobran”. Escribe que las sociedades anónimas son catástrofe superior a “seis mil años de trastornos geológicos, pestes, hambres, agresiones, latrocinios y brutalidades de todos los calibres” y sentencia que “toda España pertenece a los rentistas”, que son “el verdadero verdugo del trabajo” y no “el capitalista empresario, dueño del dinero”. No debe perderse de vista que J. S. Gómez es un regeneracionista agrario, para el que los problemas de España son los del campo. J. Jiménez Lozano resume las tesis de J. S. Gómez en tres puntos: un gobierno de hombres honrados, una revolución desde arriba y una dictadura que aplique una cirugía sin contemplaciones. O lo que es lo mismo, desmontar el sistema de la Restauración para que un gobierno honesto aplicase programas preparados por la opinión pública, en un país, según el propio J. S. Gómez, con un 60 por ciento de analfabetos, masa sin “inteligencia bastante para constituir opinión pública, porque está embrutecida, ni fuerza suficiente para plantear los problemas que le interesa resolver por que está hambrienta”, compuesta por individuos que “para ningún fin ni por ningún concepto se consideran solidarios del vecino, como no sea en asociación transitoria para maquinar el daño de otro”.
Julio Senador Gómez Maestro suele ser citado de modo erróneo, por entender que Senador no es nombre propio, que lo era, sino el primer apellido, que era Gómez. Este error afecta no sólo a la bibliografía, sino al propio Escalafón de Notarios, en que figura por orden alfabético por Senador como apellido, con diversas combinaciones.
Bibliografía
E. Tierno Galván, Costa y el regeneracionismo (Barcelona, 1961); E. Orduña, El regionalismo en Castilla y León (Valladolid, 1986); J. Jiménez Lozano, Un amargo arbitrista: Julio Senador Gómez, presentación de Castilla en escombros (Madrid, 1978); A. de Miguel, El regeneracionismo castellanista de Julio Senador, prólogo de La ciudad castellana (Madrid, 1985).