GOITIBERA
GOITIBERA
Juguete propio de adolescentes. Especie de carro de madera formado por una plataforma de unos 70 cm de longitud por 40 cm de anchura, con ruedas de rodamiento a bolas embutidas en los extremos de los ejes, uno fijo trasero y otro móvil delantero para permitir los giros a izquierda y derecha. En el eje móvil se sujetan unas cuerdas que, empuñadas a modo de volante por el conductor, equivalen a al dirección. Estas cuerdas pueden sustituirse también por sendos clavos como manillar. Sobre la plataforma se instala el conductor, preferiblemente sentado, con las piernas flexionadas y el cuerpo recogido.
Carece de tracción propia, por lo que o bien es empujado desde atrás por una segunda persona que se apoya en los hombros del conductor o, por el contrario, sin empuje, se deja deslizar por una pendiente, sobre calles o carreteras en cuesta. Las goitiberas eran construidas por sus propios usuarios con material de deshecho y de taller de maquinaria. Algunos habilidosos experimentaban con los chasis y defensas de la goitiberas, no siempre con acierto.
En Pamplona, en la década de 1960, eran trayectos inmejorables los claustros del Monumento a los Caídos, para la especialidad de empuje, y la “cuesta de las Blancas” o de Lezkairu, para el lanzamiento libre. A la goitibera se le podían colocar esquíes caseros en lugar de ejes y rodamientos como especie de trineo para la nieve, pero era peligroso por ser unidireccional.
A mediados de los años 80 han proliferado las competiciones de goitiberas en varias localidades (Mendigorría, Berriozar, Tafalla, etc.) sobre todo con motivo de las fiestas. El 21 de enero de 1990 se celebró en Tafalla la V Bajada de San Sebastian, con más de 30 participantes, valedera para el II Gran Prix organizado por la Federación Internacional.