GENCIANA
Familia de las Gencianáceas. Planta vivaz de hasta un metro y medio de altura. Tiene tallos rizomatosos, de los que se elevan vástagos aéreos erguidos y fistulosos en los que se insertan las hojas por pares, si bien la mayor parte se disponen en roseta basal. Toda la planta es glabra y presenta un color verde glauco. Las hojas son sentadas con el limbo oval-lanceolado, surcado por fuertes nervios que corren paralelos hacia el ápice. En la zona superior de los tallos las hojas se transforman paulatinamente en brácteas de forma y color semejante. Las flores se disponen en pisos. Cada flor se compone de un cáliz con cinco sépalos membranosos soldados en un largo tubo y cinco pétalos amarillos soldados hacia la base en un corto segmento. El fruto es una cápsula.
Forma parte de los pastos abiertos en los claros de abetales y hayedos de la Selva de Irati. En ocasiones forma poblaciones poco numerosas en los pastos dolinados de los rasos supraforestales. Es planta indiferente a la reacción del suelo que puede vivir tanto en los medios carbonatados como en los acidificados. Prefiere los suelos profundos y frescos con aporte orgánico vegetal. A pesar de ser planta de interés por sus reconocidas propiedades medicinales, debe respetarse por ser en Navarra una planta rara.
Otra genciana con flores amarillas punteadas de marrón es la G. burseri. Su porte es menor. En Navarra su distribución se enmarca en el área pirenaica roncalesa. Las restantes gencianas presentes en la flora navarra tienen flores azules.
La G. pneumonanthe tiene las hojas estrechas y la corola con bandas longitudinales verdes. Se sitúa en los prados húmedos y brazales turbosos de la Navarra septentrional. En los pastos supraforestales abunda la decorativa G. verna de tallos menudos y flores azul intenso. G. Kochiana y G. occidentalis tienen flores mucho mayores con la garganta punteada de verde en el interior. La primera es silicícola y muy escasa en Navarra. La segunda adorna los pastos de la Montaña y Navarra Media occidental. La Gentianella ciliata tiene la corola con los bordes fimbriados y G campestris tiene la garganta ciliada. Forman parte de los pastos frescos de las montañas roncalesas.
En Azoleta se utiliza el cocimiento de la raíz como estimulante del apetito después de enfermedades infecciosas, aplicación justificada farmacológicamente.