GARCÍA SÁNCHEZ I
GARCÍA SÁNCHEZ I
(?, ca. 919 – ?, 22.2.970). Rey de Pamplona (931-970). Hijo de Sancho Garcés I y sucesor de su tío Jimeno Garcés. Ocupó el trono a los doce años de edad, al parecer bajo la tutela de su madre Toda. Esta obtuvo, en el verano del año 934, que el califa Abd-al-Rahman III lo ratificara como señor de Pamplona y su territorio. Menor que sus hermanas Sancha, Urraca, Ormeca y Belasquita, hacia el 937 contrajo primeras nupcias con Andregoto, hija del conde aragonés Aznar Galindo II, era ya cuñado de los soberanos leoneses Alfonso IV y Ramiro II, del conde castellano Fernán González y de Galindo, hijo del conde Bernardo de Ribagorza. Tras el nacimiento del futuro rey Sancho Garcés II Abarca, debió de ser anulado el matrimonio con Andregoto, pues desde el 943 aparece Teresa, hija de Ramiro II de León, como esposa del monarca pamplonés, y tuvo de ella a Ramiro Garcés, Jimeno Garcés y Urraca.
Reafirmada, por los reiterados vínculos de parentesco, su solidaridad con los demás núcleos cristianos, siguió una política de hostilidad con los musulmanes, aunque no pudo sustraerse totalmente de la hegemonía de la corte califal de Córdoba que, con su inmenso poder, arbitraba en ocasiones los destinos de los reinos norteños. Atacó a los moros de Huesca, hubo de resistir las embestidas de Abd al-Rahman III (937) y auxilió a sus cuñados Fernán González y Ramiro II en la batalla de Simancas (939). Consolidó la dominación pamplonesa en tierras najerenses, pero no pudo evitar la pérdida de Calahorra (968). Extendió quizás su influencia por los bordes de Álava, sobre todo después de la prisión de Fernán González en la sorpresa de Cirueña (960). Apoyó constantemente a su sobrino Sancho I el Craso en las luchas con su otro sobrino Ordoño IV el Malo por el trono de León (957-962). Para obtener la ayuda de Abd al-Rahman III en esta contienda participó con su madre la octogenaria Toda y el citado Sancho en una humillante embajada a la corte cordobesa (958). Fue enterrado en el pórtico de San Esteban.