DENDROCLIMATOLOGÍA
DENDROCLIMATOLOGÍA
Es el estudio del clima del pasado a través del análisis del distinto espesor de los anillos de crecimiento anual que presentan la mayoría de los vegetales leñosos. Para obtener una dendrocronología son necesarios un mínimo de 10 árboles, de los que se extrae un mínimo de dos muestras (una en la cara norte y otra en la sur). Sobre cada una de estas series se realiza una datación relativa a cross dating para así conseguir una absoluta en la que se eliminan las variaciones a largo plazo inducidas por la edad de los árboles. Si la serie promedio obtenida tiene una sensibilidad suficiente, se relaciona con los factores climáticos que, una vez extrapolados, permiten reconstruir la serie dendroclimática.
La primera realizada en España se obtuvo con muestras de Pinus uncinata Ramond de los existentes en el alto Valle del Roncal (zona de Larra). Se inicia en 1968 y retrocede hasta 1710. En ella puede deducirse la alternancia de períodos con características atlánticas frente a otros menos húmedos y térmicamente más contrastados que podemos denominar de tipo continental. Dichos ciclos no presentan ninguna periodicidad manifiesta como para predecir el final o comienzo de ciclos futuros. Ello es debido a que la longitud de la serie obtenida no es lo suficientemente amplia como para tener una perspectiva de la repetición en el pasado de posibles ciclos contenidos en ella. Tan sólo los de 11 y 22 años fueron significativos, pero parecen estar más relacionados con los ciclos de actividad solar que con la alternancia de los ambientes climáticos antes citados, que en muchos casos no alcanzan o exceden dichas duraciones. Desde el inicio de la serie (1719) hasta 1787 dura un período definido por condiciones atlánticas, húmedas y termorreguladas, cuyo momento más importante se sitúa entre los años 1729-1738. A partir de 1787 hasta 1867 se deducen características continental izadas, más secas y contrastadas, con un máximo entre 1814 y 1823. Vuelven a ser de tipo oceánico hasta 1878, con un período de máxima intensidad entre (1864-1873). Entre 1878 y 1923 cambia a matices continentales, con un momento de máxima intensidad alrededor del cambio de siglo (1894-1903). Entre 1923 y 1939 se inicia un nuevo ciclo en el que las condiciones vuelven a ser oceánicas, con un máximo entre 1924-1933, para cambiar a continentales hasta 1968 en que acaba la serie. Cada uno de estos períodos definidos por unas determinadas características no deben interpretarse como climáticamente homogéneos, pues, aunque predomine un tipo de clima, no están excluidos años de características casi opuestas. La secuencia temporal de estos ciclos pone de manifiesto que los de tipo continentalizado tienen mayor duración que los de filiación oceánica, y ambos van reduciendo su duración hacia época más reciente, con lo que la alternancia de una u otras condiciones se hacen más repetitivas.