DELGADO GÓMEZ, ENRIQUE
DELGADO GÓMEZ, Enrique
(Valverde de Llerena, Badajoz, 1888-Pamplona, 1978). Obispo de Pamplona (1946-1968). Estudió en el seminario de Badajoz, en la Universidad Gregoriana de Roma y en la Academia de Santo Tomás. Obtuvo el doctorado en filosofía, teología y derecho. Vuelto a Badajoz, fue profesor de dogmática (1924), vicario general (1932) y deán (1936). Después de la guerra fue nombrado obispo de Almería (1943) y en 1946 obispo de Pamplona. Encontró la diócesis en plena euforia religiosa y apostólica; se multiplicaban las iniciativas y las instituciones.
En 1955 se incorporaron a Pamplona la Administración de Tudela y las parroquias hasta entonces pertenecientes a las diócesis de Calahorra, Tarazona y Zaragoza, identificándose la geografía eclesiástica con la civil. En 1956 Pamplona fue elevada a metropolitana y D. Enrique nombrado su primer arzobispo.
Celebró concurso a parroquias (1951), erigió cinco nuevas en Pamplona (1951), se predicó misión general en la ciudad (1954) y se celebró sínodo diocesano (1958). Como suplemento didáctico-pastoral del boletín surgió la revista Pasce (1953-56), vinculada al vicario general Antonio Ona. En el campo de la enseñanza surgieron la Escuela de magisterio de la Iglesia para religiosas (1948) y para religiosos (1950), la Escuela diocesana de Asistencia social (1960), el Instituto “Mater Ecclesiae” de teología para religiosas (1967), las escuelas populares de religión y especialización agrícola (1952) y una institución deportiva como obra marginal de A.C., que era en realidad una escuela de deportes (1952); puso a disposición de la Diputación un grupo de sacerdotes para las escuelas de formación profesional.
Erigió en Pía Unión a la asociación “Vita et Pax” (1950), posteriormente instituto secular (1966), y a las “Señoritas auxiliadoras del Buen Pastor” (1950). Acogió al Opus Dei, saludando con simpatía su reconocimiento como primer instituto secular de la Iglesia y facilitando su expansión en la diócesis.
Para los sacerdotes ancianos se estableció el Retiro sacerdotal del Buen Pastor (1952) y la Obra diocesana de previsión social (1967). En defensa del patrimonio artístico se constituyó el Museo Diocesano (1960).
Ante el continuo aumento de vocaciones sacerdotales erigió un nuevo pabellón en el recinto del seminario. A impulsos de la sociedad sacerdotal “Amigos de Jesucristo” fundó la casa sacerdotal (1958) y en ella estableció el post-seminario “San Pío X” (1960). El ímpetu misionero del clero encontró su cauce en el grupo “Javier” (1959), que actuó en América y África. También se enviaron sacerdotes a la diócesis alemana de Aquisgrán.
Con más de setenta años asistió a las cuatro sesiones del concilio Vaticano II (1962-65) sin intervenir en sus debates. Aplicando sus decisiones estableció el consejo presbiteral y el consejo pastoral. Hombre afable y ordenado, apto para la administración ordinaria, en su ancianidad se vio sorprendido y desbordado por las fuertes tensiones políticas y eclesiales que sacudieron a la sociedad navarra en los años sesenta. El 23 de julio de 1968, cumplidos los ochenta años y en plena tensión con el seminario, el papa aceptó su renuncia, presentada meses antes.
Los últimos años los vivió muy discretamente en Pamplona. Su cuerpo descansa en la capilla de San Martín de la catedral.
Bibliografía
“Ecclesia”, 1943, I, 585. “Boletín del Obispado de Pamplona”, 87(1946), 328.