SOULE
SOULE
Antiguo vizcondado situado en el actual departamento francés de los Pirineos Atlánticos, entre los dominios medievales navarros de Ultrapuertos (Baja Navarra) y el vizcondado de Bearne. La comarca aparece documentada y en texto del siglo VII (Subola), inscrita en el ámbito de implantación de los vascones. Sin perjuicio de su distante pero permanente dependencia de los soberanos franceses, se configuró como un distrito menor o vizcondado bajo el señorío directo de los condes de Gascuña y duques de Aquitania y, por tanto, de los reyes de Inglaterra, titulares de aquellos grandes espacios feudales desde mediados del siglo XII al XV. Sus vizcondes mantuvieron con los monarcas navarros frecuentes relaciones coyunturales de amistad e índole feudovasallática.
El rey Sancho Ramírez dio (1085) a la abadía de Leire el monasterio de Santa Engracia “del Puerto”, a la entrada del valle de Sobla o Soula, pero la subordinación teórica así establecida (1125) sólo se tradujo en la entrega de un censo anual de dos salmones y dos bueyes. El vizconde Gassion debió de prestar homenaje a Alfonso I el Batallador como artificio jurídico para colaborar activamente en las campañas de reconquistas del valle medio del Ebro; por ello el soberano pudo hacer notar su hegemonía eventual sobre Soule (1122) y Gassion disfrutó como beneficio temporal la “tenencia” de Belorado (1125). Desde finales del siglo XII los vizcondes se vinculan ocasionalmente al rey de Navarra en el marco de los complejos intereses señoriales del avispero feudal de Gascuña. Así Ramón Guillermo II parece recabar en Olite (1196) la mediación de Sancho VII el Fuerte en sus discrepancias con el vizconde de Bearne; y Ramón Guillermo III comparece luego como testigo (1203) del homenaje de Bibiano de Agramont al monarca navarro. Ramón Guillermo IV se puso como vasallo al servicio de Teobaldo I (1234) con su castillo de Mauleón a cambio de una renta de 60 libras, comprometiéndose (1244) a ayudarle contra el vizconde de Bearne. Ambos vizcondes y el de Dax, más el señor de Agramont, instigaron poco después (1248) a Teobaldo a invadir Gascuña. Con todo, en estas maniobras, los vizcondes de Soule condicionaron siempre sus lazos con la Corona navarra al homenaje de mayor rango o ligio que los unía perpetuamente a su señor directo, entonces el rey de Inglaterra. También los habitantes de Soule entablaron solidariamente relaciones de aparente dependencia en el trono navarro cuando a comienzos del siglo XIV acordaron entregarle cada dos años diez vacas y cuatro salmones en concepto de protección o francaje. Olvidado pronto el compromiso y ante las reclamaciones del monarca, los procuradores del valle acudieron a liquidar la cuantía pendiente de 28 años y cumplir en adelante puntualmente la obligación contraída. Razones de vecindad y previsión de posibles fricciones explican todas las vinculaciones mencionadas y otras que en ningún caso significaron una basculación del vizcondado hacia el círculo navarro de soberanía.